37% de los jóvenes venezolanos entre 15 y 29 años no están inscritos en algún centro educativo ni están insertos en el mercado laboral. Estamos hablando de una doble exclusión que afecta más crucialmente a casi la mitad de las mujeres, al grupo de 20-24 años y a quienes están en situación de pobreza no extrema.
Desde 2015 a la actualidad, período marcado por la emergencia humanitaria compleja que azota a Venezuela y la pandemia global por el COVID-19, 880 mil venezolanos entre 20 y 24 años “no continuaron su formación”. Igualmente, otras 821 mil personas, entre 15 y 19 años de edad, dejaron los estudios hace dos años o menos.
La medición de la población inscrita en centros educativos arroja un retroceso claro, especialmente en los grupos de 18 a 24 años y de 25 a 29 años. En 2013, 40% de los hombres y 43% de las mujeres de 18 a 24 años estaban inscritos en un centro educativo. Ahora solo lo están 15% y 20%, respectivamente. Esto lo resalta la encuesta nacional de juventudes realizada por la UCAB.
El modelo educativo y el mercado laboral tradicional como lo conocíamos, dejó de ser suficiente para ofrecer sustento y una vida digna a los jóvenes venezolanos; las ofertas salariales insuficientes, la poca flexibilidad de los empleos convencionales y el alto costo de vida pintan un panorama especialmente difícil para el joven que aún no ha completado un proceso formativo que les permita subsistir por sus conocimientos, habilidades y destrezas. Se encuentran desprotegidos, y la brecha de género aumenta cada día.
De la necesidad de mantenernos conectados y en formación, surgió la iniciativa de crear un curso virtual para creadores de contenido, que atravesamos un momento difícil durante el inicio de la pandemia. Una sala de Zoom con 10 personas, más tarde se convertiría en un espacio educativo para cientos de personas con ganas de potenciar sus talentos y encontrar oportunidades emergentes de la digitalización.
El Bootcamp de Redes de Valor fue creado oficialmente con la metodología de aprendizaje experiencial, entregando contenido práctico, casos reales, vivencias de personas que ya han aprendido y desaprendido las formas de hacerlo. Edición tras edición, los participantes desarrollaron habilidades que les permitieron reinventarse y cambiar su vida, conociendo a otras personas, transformando su visión de hacer negocios, encontrando un propósito y una oportunidad de emprender.
Además, este método nos da la oportunidad de ir más allá, de crear espacios de encuentro interno para trabajar en nuestra inteligencia emocional, toma de decisiones, autoconfianza y otras habilidades blandas para asegurar el despegue personal y profesional de todos nuestros egresados. Durante el tiempo en que se desarrolla el curso, cada Embajador (nombre que le damos a nuestros egresados) conoce a otras personas, con las que pueden compartir dudas, pasiones, sueños y cosas afín, que les permite abrir su mente y su visión y crear, a través de las relaciones humanas, ideas valiosas de negocios.
El Bootcamp de Redes de Valor ha reunido a más de 700 personas en 21 países diferentes para aprender haciendo e incursionar en en nuevos mercados laborales como Marketing, Social Media, UX, Programación, Copywriting, entre otros skills que garantizan la inclusión financiera, adquiriendo ventajas competitivas y aprendiendo del uso ético y responsable de los medios digitales. Nuestro programa de becas ha beneficiado a jóvenes y sobre todo mujeres, participantes y miembros en distintas Organizaciones No Gubernamentales venezolanas que generan impacto positivo replicando los aprendizajes en otras personas.
Enfocados en tres Objetivos de Desarrollo Sostenible Principales: Educación de Calidad (4), Igualdad de Género (5) y Alianzas Estratégicas para el Logro de Objetivos (17), nos proyectamos creando espacios de crecimiento que puedan integrar el mundo online, la realidad virtual y las experiencias humanas para el crecimiento en diversos sectores de la economía.
Esperamos tener las herramientas personales y profesionales para contribuir a una sociedad más igualitaria, equitativa, justa, responsable e inclusiva. La comunicación y la tecnología son herramientas de poder para transformar nuestra realidad, y nos comprometemos a usarlas para crear un espacio seguro, de oportunidades y respeto para todos.
Atrévete a formar parte, y recuerda que cuando alguien empieza a crear, otros comienzan a creer.
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