La maternidad es muy transformadora, nos hace ver la vida de otra manera y a darle prioridad a algunas cosas que antes no tenían mucho protagonismo y hoy se convierten en la base del desarrollo de nuestros hijos.
Esta aventura maravillosa de ser madre me ha dado la dicha de tener un hijo increíble con más desafíos en el desarrollo, lo cual me motiva a buscar herramientas que constantemente me ayuden a conectar con él y a darle diversidad a nuestras rutinas, para desarrollar su mayor potencial.
“Mamá educa y juega”, en Instagram y en Uriji, nace para contar nuestra historia, nuestra
evolución, entre terapias de lenguaje, terapia ocupacional, piscinas y dinámicas en casa de nuestro día a día; para apoyar a otros padres y darles ideas útiles que puede que les funcionen como a mí, para acompañar de la mejor manera a sus hijos.
Me llena de alegría conectar con otras familias, saber que para algunos somos una guía y
hasta una inspiración. Lo que a veces no se ve es que la inspiración para nosotros son todas
esas familias que ven nuestro contenido, saber que los ayudamos y aportamos herramientas
valiosas. Aunque algunas de estas herramientas parecen fáciles y evidentes, lo cierto es que en el transcurso de los días y de nuestras rutinas no siempre es fácil tener ideas para hacer actividades y juegos con nuestros pequeños.
También contamos nuestra vida con la neurodiversidad, de la forma más
transparente posible. Desde que mi hijo tiene un año y medio, tiene señales de alerta para
autismo, creo en la importancia de normalizar una condición del neurodesarrollo, para que un
día ya no se deba hablar de inclusión porque existirán oportunidades y espacios para todos
los seres humanos en este mundo. Un mundo que aún necesita más empatía, respeto, amor y sobre todo información apropiada para comprender que en la diversidad está la magia de la vida, ser diferentes no es una etiqueta que debemos llevar, mucho menos para ser juzgados porque no deberíamos juzgar a nadie sin preguntarnos qué pasa detrás de una conducta de un niño o adulto.
Daniella Meneses
Mamá educa y juega
